Nagore Ipiña: «La educación es una de las claves más importantes de cualquier proceso de transformación»

12-07-2021

Desde octubre de 2020, Nagore Ipiña es Decana de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. La arrasatearra, además, es experta en un tema que D2030 ha incluido en su misión: la digitalización.

Teniendo en cuenta el potencial de la educación en la construcción de la sociedad y en la capacidad de transformación, ineludiblemente Mondragon Unibertsitatea tenía que formar parte de D2030. Hemos hablado con su decana Nagore Ipiña sobre el rol de la educación en la transformación.

D2030 tiene como objetivo el desarrollo regional sostenible. ¿Qué puede aportar vuestra universidad en esa dirección?

Mondragon Unibertsitatea es un actor clave en el desarrollo sostenible de la comarca. En primer lugar, porque tiene sus raíces encuatro de los municipios de la comarca en los que se ubican los campus y, además, está recogido en nuestros valores el fomento del desarrollo de la región. Por ello, y en el camino hacia una transformación inteligente, inclusiva y climáticamente neutra de Debagoiena, la universidad puede hacer su aportación en diferentes aspectos. La Universidad, por ejemplo, a través de los trabajos que hae en la búsqueda de respuestas a los complejos retos del siglo XXI, de sus investigaciones o de los contextos que crea, puede dar pistas claves para dar pasos hacia adelante.

¿Cuál crees que es el papel de una comunidad educativa en el desarrollo de una sociedad?

La educación es, o debería ser, una de las claves más importantes de cualquier proceso de transformación. La comunidad educativa nos permite ampliar la visión de nuestro mundo y, desde la comprensión y la reflexión, comprender y desarrollar la región, el entorno, la sociedad y el mundo. En este contexto, se pueden construir propuestas en torno a retos complejos. Esa es la misión de la comunidad educativa: crear nuevas propuestas o respuestas.

Teniendo en cuenta que trabajas con jóvenes, ¿dirías que estas en una comunidad educativa comprometida?

Como en la sociedad, entre los jóvenes hay de todo, algunos muy comprometidos y otros menos. Pero yo diría que hay un deseo de implicación y de ser parte. Y esa puede ser la llave para fomentar el compromiso. Hay que decir que la educación en general es una comunidad muy comprometida e implicada. El compromiso y el deseo de transformación son inherentes a la juventud y a la comunidad educativa.

¿Cómo valoras el nacimiento de una iniciativa en la comarca que pretende, entre otras cosas, articular la colaboración?

La colaboración siempre es positiva y en ella tenemos una amplia experiencia en nuestra comarca –cooperativas, iniciativas de normalización a favor del euskera, medios de comunicación locales, proyectos de la mancomunidad-. En este sentido, considero muy positivamente el esfuerzo que se está realizando para fomentar la colaboración. Por supuesto, la articulación de este tipo de proyectos no suele ser fácil, pero, sin duda, es una satisfacción que una iniciativa como la D2030 reúna a personas de procedencias tan dispares.

¿Dirías que nuestra comarca tiene una buena base para afrontar los retos del futuro?

Como he mencionado más arriba, estoy convencida de que nuestra comarca, históricamente, ha aportado mucho a la sociedad, respondiendo a los retos del momento y, en muchos casos, haciendo frente a los mismos. Además de los anteriores, dos ejemplos importantes son la recualificación y la innovación educativa. Por un lado, porque la recualificación es una fuente de empleabilidad de calidad y, por otro, porque la innovación educativa nos permite, entre otras cosas, experimentar y crear. Desde ese punto de partida, y dado su desarrollo, yo diría que la base, además de ser bueno, es profundo y significativo.

Eres especialista en digitalización… ¿Cómo debería ser el futuro en esta materia para que sea beneficioso para todos? Es un derecho, sí, pero ¿es real?

Necesitamos una digitalización sana y sostenible que se base en un modelo de digitalización en la mirada tecnopedagógica y no en el uso instrumental. Esto implica, entre otras cosas, que la digitalización sea inclusiva. Es decir, activar estrategias para evitar posibles brechas: vigilar el ámbito digital –hacia nosotros y hacia los demás–, la utilización para construir comunidades y redes significativas, el empoderamiento digital o la promoción de la cultura del growth-mindset o de la mentalidad de crecimiento.

¿Qué nos ha enseñado la pandemia sobre la digitalización?

La digitalización abrió un escenario de gran potencialidad y ofreció infinidad de oportunidades a la comunidad educativa. Queda clara la importancia de las competencias tecnopedagógicas. La pedagogía da sentido a los contextos digitales. Las tecnologías no sólo tienen un papel didáctico o instrumental: el papel de la digitalización está en la base del proyecto educativo. La pandemia nos ha demostrado que mediante la digitalización es factible la respuesta sistémica tan necesaria para la transformación educativa.

Esta entrevista es una traducción de la publicación de Goiena.eus.