De hecho, si se tiene en cuenta el consumo energético de toda la región, excepto el transporte y la industria, sólo el 10% del consumo total es eléctrico. Pues bien, la electricidad procedente de renovables en Debagoiena apenas supone el 14% del citado 10%. Esto explica claramente la naturaleza del reto.

El estudio realizado por Tecnalia entra ahora en una segunda fase en la que se verán las capacidades y oportunidades energéticas en renovables en Debagoiena, basadas siempre en el ámbito urbano y en las edificaciones. Para ello, se ha medido la superficie de los tejados de los edificios, la radiación solar media, el potencial fotovoltaico y la generación potencial. «También estudiaremos las posibilidades que pueda haber en el medio rural y es cierto que en esa zona hay una gran superficie», explica Eduardo Miera, de Tecnalia.

En la segunda parte se han dado a conocer seis proyectos que ya están en marcha en Debagoiena. Han sido los cuatro proyectos creativos: Ekiola, Berener, el consumo compartido de Antzuola y la experiencia de Oñati. Además, también han informado de dos proyectos relacionados con la reducción, Ikastetxe Klik y la reforma que se llevará a cabo en el barrio de Santa Teresa de Arrasate desde el punto de vista de la accesibilidad y la energía.