Jokin Guridi: «Para romper inercias es necesaria una economía social transformadora»

15-07-2022

Ehundu tiene como objetivo hacer posible una Bergara habitable en el futuro. Para ello, se basa en la colaboración, el desarrollo local y la transformación social.

La iniciativa Ehundu del Ayuntamiento de Bergara incluye una oficina de transformación social y un proyecto local. Las entidades vinculadas a la iniciativa son muy diversas, entre ellas Debagoiena 2030.

Ehundu y D2030 tienen valores similares. ¿Cuáles serían?

Por un lado, identificar las necesidades actuales y tener la mirada puesta en los retos del futuro. Tenemos por delante retos complejos a los que será muy difícil responder por separado. Además, creemos que las respuestas deben darse en grupo, colectivamente, teniendo en cuenta a todos los agentes de la comunidad y creando redes entre ellos. Si queremos hacer frente a estos retos, tendremos que transformar nuestro día a día y para ello es imprescindible que los diferentes agentes de la sociedad colaboren.

¿Por qué es el momento de poner el acento en la colaboración?

La pandemia y la post-pandemia nos han dejado claro que nos necesitamos mutuamente y que hay varias cuestiones básicas. Hemos visto las estanterías de los supermercados vacías, hemos sufrido alzas incontroladas del precio de la electricidad, empezamos a ver males provocados por la soledad… Esto ha supuesto un empeoramiento de las condiciones de vida que nos ha afectado a todos de una u otra manera. Aunque parezca que estos problemas nos afectan a los individuos, son problemas colectivos que nos afectan a todos y todas, y por eso es un buen momento para dar respuesta colectiva a estas necesidades.

¿Estamos en un momento complicado? ¿Por qué?

Sobre todo, porque tenemos una dependencia muy alta, diría yo. Para alimentarnos necesitamos productos que se producen a cientos de kilómetros de distancia, una necesidad básica como la electricidad está en manos de unos pocos y nos utilizan como quieren, hay familias que tienen problemas para calentar su casa debido al encarecimiento de la energía, la sociedad está cada vez más dividida… Por eso creemos que hay que transformar la realidad, porque queremos vidas que podamos vivir y creemos que es posible revertir esta situación y satisfacer las necesidades básicas entre todos desde la soberanía.

¿Cree que los individuos estamos cerca de afrontar la situación? ¿Seremos capaces de cambiar nuestras formas de hacer y nuestros hábitos?

Diría que sí, pero los individuos podemos hacer poco a nuestra costa ante la situación. Tenemos claro que si nos enfrentamos a la situación hay que ser de forma colectiva. Más que estar cerca, diría que es el momento de hacerlo, de crear nuevas estructuras de colaboración entre instituciones y ciudadanía. En Bergara hay personas que quieren dar un vuelco a las costumbres que imperan en la sociedad y vivir de otra manera, que creen en otro tipo de sociedad.

¿Cuál es el papel de Ehundu en este momento?

Tenemos varias líneas de trabajo abiertas en la actualidad: estamos construyendo una comunidad energética junto a diferentes agentes e individuos de la localidad para bajar el gasto energético y empezar a caminar hacia el autoconsumo. También estamos orientados hacia la soberanía alimentaria, ampliando la producción agroecológica del sector primario y creando nuevos productores en el municipio. También estamos trabajando en el ámbito tecnológico para bajar el nivel de dependencia que tenemos en las grandes corporaciones y construir herramientas propias. También en educación estamos construyendo una red de acogida para las familias recién llegadas y también trabajamos en el ámbito cultural; la agenda conjunta entre los agentes culturales de la localidad estará lista para otoño.

¿Cómo imagina Ehundu el futuro de Bergara?

Imaginamos una Bergara habitable para todos y no queremos que esto quede sólo en palabras. Un pueblo en el que queramos vivir, donde estén cubiertas nuestras necesidades básicas y las de nuestros vecinos. Una Bergara que viva en comunidad, que atienda al vecino y que cuente con espacios de diálogo y colaboración. El que será independiente, en el que se cree trabajo y en el que se produzca lo que allí se consume.

¿Cuáles son las dificultades en ese camino?

Los ciudadanos nos tenemos que activar y en ello estamos. Tenemos que ser conscientes de que podemos ser parte activa y que tenemos capacidad de decisión, porque estamos acostumbrados a un rol de altamente perceptor. Por otro lado, la función de Ehundu también es construir puentes entre el Ayuntamiento y el pueblo, y ahí también hay dificultades. Las instituciones también deben adaptarse a las nuevas formas de hacer y estar más cerca de la ciudadanía. También hay que hacer frente a las inercias que supone la economía capitalista violenta que vivimos hoy en día y para romper estas inercias vemos necesario un modelo de economía social transformadora.

Esta entrevista es una traducción de la publicación de Goiena.eus.