La transformación del modelo energético hacia el desarrollo sostenible se sitúa en los primeros puestos de la agenda, y para afrontar el reto, requerirá la implicación de la ciudadanía y la comunidad, así como de los agentes de todos los sectores.
Dada la complejidad y extensión de este objetivo, en una primera fase se ha priorizado la transformación del modelo energético del ámbito urbano (viviendas y edificios, tanto públicos como privados), reflejo de la propuesta de intervención.
En esta propuesta se pueden encontrar proyectos que tengan por objeto fomentar la generación y el consumo de energías renovables o reducir el consumo energético de los edificios, o que tengan un carácter más transversal.